Cliente:
Privado
Superficie construida:
110 m2
Arquitectos:
Adrián Sifres Ortega y Elena Verdejo Álvarez
Ubicación:
Calle Jorge Juan, Valencia
TRASNFORMACIÓN DE UNA VIVIENDA EN EL CENTRO DE VALENCIA
La reforma de esta vivienda de 110m2 en la céntrica Calle Jorge Juan de Valencia, surge de la petición de un cliente francés recién llegado a la ciudad, que después de adquirir una vivienda, nos hace una sola petición: transformarla otorgándole un diseño innovador y moderno.
LUZ Y CURVAS
Desde el principio tuvimos muy en cuenta la importancia de la luz natural, como esta se adentraba en los espacios y como los recorría. Decidimos incorporar curvas suaves en el proyecto para guiar los recorridos y crear una sensación de continuidad espacial.
Esta decisión viene reforzada a su vez, con la idea de recuperar los antiguos techos de la vivienda original, dejando visto el forjado de revoltón cerámico. El trazado sinusoidal que se observa en la geometría de la cara inferior de este tipo de forjado tradicional de nuestra zona, consideramos que era un aspecto que merecía ser recuperado y dejado a la vista, y que además conjugaba perfectamente con nuestra idea de proyecto; confiriéndole personalidad y mostrando a simple vista la historia constructiva del lugar. Esta decisión otorga un cambio de escala al espacio del comedor-salón, ganándole altura y transmitiendo una mayor sensación de monumentalidad a toda esta zona de la casa.
UNIENDO LO CONTEMPORÁNEO Y LO EXISTENTE
Los techos se convierten en el lienzo perfecto para resaltar la convergencia entre lo contemporáneo y lo existente. Diferentes geometrías coexisten, fusionando lo moderno con lo tradicional. Sin embargo, optamos por unificar toda la superficie a través de un acabado continuo. Esta elección crea un equilibrio, permitiendo que las diversas formas destaquen en armonía.
AMBIENTE CÁLIDO Y LUMINOSO.
En lo que respecta a los materiales, para lograr un ambiente cálido y luminoso, elegimos la madera y el blanco como materiales principales. La madera, con sus tonos cálidos y su textura natural, aporta la calidez; mientras que el blanco, con su claridad, amplia visualmente los espacios y aporta luminosidad.
Diseñamos una distribución de espacios abierta y fluida. De esta manera, la cocina, el comedor y el salón se integran en un único espacio diáfano y luminoso.
Durante todo el proceso, se diseñó todo el mobiliario hasta el más mínimo detalle, con una estética atemporal y minimalista, que da un toque de elegancia y sobriedad a la vivienda. Predominan las líneas sencillas y los colores neutros, integrándose a la perfección en el espacio y confiriendo un aire refinado y sofisticado.